Eduardo Arroyo Rodríguez (Madrid, 26 de
febrero de 1937) es un pintor español de estilo figurativo, clave de la figuración
narrativa como de la Neofiguración (o
nueva figuración) española y vinculado al pop art. Refugiado en París
desde 1958 por causa de su antifranquismo, Arroyo cobró protagonismo en el
circuito artístico nacional tardíamente, a partir de los años 80, tras un
alejamiento de dos décadas forzado por el régimen franquista. Actualmente, sus
obras cuelgan en los más reputados museos de arte moderno españoles y
extranjeros y su creatividad se extiende a las escenografías teatrales y las
ediciones ilustradas.
Arroyo nació en Madrid, pero, tiene
raíces leonesas. Tras finalizar la carrera de Periodismo (1957), se trasladó a
París (“como muchos otros”, según él) huyendo del ambiente asfixiante del
franquismo. Dejó atrás una primera etapa de caricaturista con incipientes
coqueteos en la pintura, aunque su primera vocación fue escribir, tarea que
prosigue hasta hoy.
Arroyo expuso en una colectiva en París ya en
1960 (“Salón de la Joven Pintura”), pero su primer impacto público se produjo
tres años después, al presentar en la III Bienal de París del políptico Los
cuatro dictadores, una serie de efigies de dictadores, que provocó las
protestas del gobierno español. Igualmente en 1963, Arroyo preparó una muestra
en la galería Biosca de Madrid, que se inauguraría sin su presencia, ya que
debió huir a Francia perseguido por la policía; la exposición se censuró y
cerró a los pocos días.
Dichosos quién como
Ulises I (1977). Óleo sobre lienzo.
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