Ricardo Sanz es un pintor donostiarra.
Su obra es de estilo figurativo contemporáneo. Su vocación artística se forjó a
través de su abuelo, propietario de la Galería de Arte La Perfecta en
la que conoció a los grandes artistas de la pintura: Sorolla, Zuloaga, Vázquez
Díaz, etc.
A los catorce años comienza su formación como
pintor con el maestro José Camps, al mismo tiempo que prosigue sus
estudios hasta licenciarse en Historia por la Universidad de Deusto e Historia
del Arte en Madrid.En París e Italia continúa su aprendizaje con
destacados pintores de la época. Finalmente, fija su residencia en Madrid,
ciudad en la que vive y tiene su estudio desde 1980; siempre vinculado a San
Sebastián, su ciudad natal, donde pasa largas temporadas.
Su pintura es el resultado de diferentes
influencias. Sus primeros cuadros están inspirados por los impresionistas
vascos y franceses, en gama de colores suaves y grises y en los que está
presente la atmósfera húmeda de su ciudad. El Ricardo Sanz de los 80 y 90, el
pintor que se instala en Madrid, se nutre de los pintores clásicos (Velázquez, Van
Dyck o Rembrandt), y toda la pintura del XIX y la Escuela
Española.
Al mismo tiempo, conoce a los grandes
pintores figurativos y retratistas del momento como Macarrón, Torrents
Lladó, Antonio López o Revello de Toro, lo que le sirvió para
enriquecer su espíritu artístico y sus conocimientos al más alto nivel de la
pintura figurativa.
Su paleta se hace más fuerte y colorista; Su
obra madura con un aire moderno y renovador, mezclando una composición exquisita,
con una técnica depurada y un especial dominio del color y la luz, imprimiendo
una pincelada moderna y original que consigue reflejar con especial maestría
los efectos de la luz, que se convierte en protagonista de sus cuadros.
El trabajo pictórico de Ricardo Sanz refleja
un dominio perfecto del dibujo, la luz y el color, es idealizado y preciosista,
consigue sacar lo mejor de cada modelo y plasmarlo en el lienzo. Sus retratos,
de una modernidad actual, cuentan con la tradición y la sabiduría pictórica.
Está considerado uno de los grandes
retratistas del momento. Personalidades de la realeza, la aristocracia, la
política o la cultura, demandan su trabajo porque les atrae su visión del
modelo desde el respeto y la elegancia. Ha obtenido destacados galardones, como el
Premio Nacional de Cultura Viva, el Premio de la Fundación Goya, o la Medalla
Paul Harris que le concedió la Fundación Rotary Internacional.
Habiendo realizado numerosas exposiciones en
España y en el extranjero. Cabe destacar las realizadas en la Galería Santiago
Echeberría, con la Galería Sokoa, ambas en Madrid, y con la Galería Echeberría
de San Sebastián.
Los
príncipes de Asturias.
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